Rorschach

Rorschach (Walter Kovacs), un ejemplo extremo de absolutismo moral, es invariable en su respuesta ante la maldad: debe ser castigada sin importar lo que cueste (aunque en su diario admite que simplemente hace "lo que debe hacerse"). Irónicamente, afirma que no existe un significado o absoluto moral que nos sea impuesto, sino que son todas creaciones de la mente del individuo. Su oposición intransigente ante el crimen es comparable con su falta total de empatía hacia los criminales, a quienes él trata como no-humanos; su desprecio por las leyes convencionales, los gobiernos y la policía provocan que se vuelva un vigilante, ya que piensa que la ley no hace lo suficiente por combatir el crimen.

 

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