"Parece una Avispa"

El orígen de la Vespa

Como proveedor de aviones militares para la armada italiana, durante la guerra la factoría Piaggio de Pontedera (Pisa-Italia) se había convertido en un objetivo militar primordial para los bombarderos aliados, y se decide trasladar temporalmente a Biella las actividades de esta planta. Las instalaciones de Pontedera fueron totalmente destruidas en 1943. Terminada la guerra, Enrico Piaggio, heredero de Rinaldo Piaggio, fundador de Piaggio & C. que fabricaba maquinaria ferroviaria y aviación, se encuentra en la necesidad de regenerar la empresa, adecuando la producción a las características sociales y económicas de Italia. La península, devastada por la guerra, carecía de medios de trasporte públicos organizados y muchas de sus carreteras estaban en un estado impraticable.
Al parecer directivos de Piaggio, fueron huéspedes del conde Trossi, un hombre apasionado por la motocicleta, que guardaba en un sótano dos scooters, un Cushman y un modelos turinés llamado Velta, creado en 1938 por Vittorio Belmondo. Enrico contactó con un ingeniero llamado Renzo Spolti para que proyectara un vehículo de dos ruedas influenciado en estos hallazgos. Desarrollado oficialmente con el código MP5, su aspecto hizo que rápidamente adoptara el apodo de Papperino (Pato Donald en Italiano). El prototipo se basó en la moto de Belmondo, se trataba de un vehículo totalmente carrozado en chapa estampada, cubriendo a un motor Sachs de 98 centímetros cúbicos, monocilíndrico de ciclo dos tiempos refrigerado por aire, cambio de dos velocidades y transmisión por cadena, colocado en el centro del scooter, es decir entre las piernas del conductor, y cubierto enteramente por un túnel de chapa.
La producción del MP5 no llegará al centenar de unidades, como resultado de no ser del todo del agrado de Piaggio. En consecuencia, éste encargaría la revisión del Papperino a otro de sus ingenieros, Corradino D´Ascanio, un ingeniero aeronáutico incorporado a la empresa en 1931 y que había triunfado con sus diseños de helicópteros.
Tres meses más tarde del encargo, Corradino presnetó el MP6, un proyecto muy diferente de su antecesor que presentaba todo aquello necesario para el manejo sin dificultades de una motocicleta, además de poseer un diseño acorde con las tendencias del momento:
- Ausencia de cadena de transmisión, como esgrimían otros scooters actuales.
- Rueda de recambio en previsión de un pinchazo del neumático.
- Ruedas desmontables como las de los automóviles, con fácil acceso por el lateral.
- Protección frente a salpicaduras y suciedad proveniente del motor.
- Ausencia de bastidor central y por tanto comodidad para asentar al conductor.
Al presentarla a su patrón, Enrico Piaggio exclamó “parece una avispa”. La forma del nuevo scooter, con una prominente y redondeada parte posterior, hicieron que inconscientemente asociara la silueta del prototipo con la del himenóptero. Jamás se barajó otro nombre.

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