Sin su elegante traje, su reloj de diseño, su bólido Aston Martin, la
compañía de una bella mujer y, desde luego, sus tradicionales martinis
(“agitado, no batido”) servidos en vasos de cristal, y preferiblemente
bajo las palmeras de un casino de lujola imagen del sofisticado agente
secreto no sería la misma.
A donde vamos a llegar...
En la próxima película de James Bond, 'Skyfall', el espía
británico abandona su bebida favorita, martini con vodka, y calma su sed
con cerveza Heineken.
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